Me va a extrañar, al despertar. En sus paseos por el jardín, cuando la tarde llegue a su fin. Me va a extrañar, al suspirar. Porque el suspiro será por mí, porque el vacío la hará sufrir. Me va a extrañar, y sentirá, que no habrá vida después de mí, que no se puede vivir así. Me va a extrañar, cuando tenga ganas de dormir y acariciar.